Di Diana Pintus
El corazón del esgrima son los ojos: “vos tenes que mirar bien a los ojos del otro y analizar bien mientras estas compitiendo y después, para ver lo que se hizo bien y lo que se hizo mal. Tenés que estudiar al contrincante. Hay veces que en un movimiento ya esta el movimiento siguiente de tu adversario”.
Quien habla es Alejandro Palavecino, 38 años, de Villa Raffo, Partido 3 de Febrero, justo en la línea que divide Capital Federal y provincia, pero del lado de provincia.
Un combatiente
Alejandro esta en silla de ruedas desde hace 12 años. “practicaba kick boxing y aparentemente un golpe en la espalda despertó una lesión medular que ya tenía, que nunca se manifestó, a los 26 años, y la lesión dio como séquela una paraplejia incompleta”. Después de un año de rehabilitación en el Centro Nacional de Belgrano, que nació en el 1954 bajo al gobierno de Perón, para enfrentar la epidemia de poliomielitis que golpeo muy duramente a Argentina, Alejandro empezó a practicar natación. “nosotros íbamos a entrenar en el centro de rehabilitación de Ramsay, que queda ahí en frente, y un día, saliendo de la pileta, estaban los chicos de esgrima entrenando y yo me acerque. El técnico era entonces Alberto Sousa, actualmente el técnico es Enrique Suellio, ellos me potenciaron mas para el primer torneo. El técnico se fue antes de que termine el año, seguimos entrenando, éramos tres. Los chicos se fueron al mundial de Francia sin entrenador, con una dirigente nomás, y yo no pude viajar aquella vez”.
Actualmente en Argentina hay 7 atletas que practican esgrima adaptada a nivel internacional, dentro de las 3 categorías: “Yo soy un categoría B. Hay 3 categorías, A, B, y C. Para dar las categorías se juntan varios fisiatras de diferentes partes del mundo y evalúan al atleta. Generalmente hacen una prueba física sobre el movimiento del tronco/columna, abdominales, brazos y como es el movimiento del tronco en ataque y en defensa. La categoría A generalmente incluye chicos que tienen muy buen tronco, que atacan y logran volver rápido, son buenos en ataque y en defensa, son amputados. 80% de la categoría B son personas parapléjicas, van a fondo y tardan en volver o no pueden volver y se quedan defendiendo por adelante. La categoría C son chicos que están muy limitados, son lesiones cervicales generalmente, son lesiones altas y a los chicos con estas lesiones, generalmente, el arma se la hacen empuñar vendado, le vendan la mano para que puedan agarrar el arma. Tiene un caso de un atleta japonés, en categoría B, que no tiene un buen agarre pero tiene muy buen tronco, es muy rápido. Los médicos se fijan mas lo que un atleta puede hacer a nivel de ataque y de defensa, mas que la lesión”.
El florete pesa 500 g, la espada 800 g. Los puntos de ataque, la ropa, todo es igual que la esgrima convencional. La plataforma es mucho mas curta y a los dos lados tiene ganchos para enganchar la silla, una silla convencional pero con padrones de altitud (el asiento no puede ser mas alto de 53 cm) y de seguridad (hay almohadones para que el atleta no se caiga para atrás o al lado. Cuenta Alejandro: “la espada cambia, porque de la cintura a los pies tenes una manta, como una pollera metalizada, que cubre desde el ombligo para abajo hacia las piernas y que tiene que cubrir la silla de competencia. Esa manta lo que produce es que cuando vos estas en competencia si el arma toca la manta no vale, el punto de contacto es desde el ombligo para arriba. En florete tenes la tradicional yaqueta eléctrica. A la orden del árbitro puedes salir en ataque o te podes tirar para atrás y esperar la reacción del otro. Generalmente el ataque es evaluado por el arbitro, a veces acertado otras veces no, puede pasar que se vea una sola luz y no hay discusión, o pueden prenderse las dos luces, una buena y una mala, y si el ataque de color bueno fue mas rápido del otro es valido, si el ataque que anulo, lo que no prendió la yaqueta, fue mas rápido, no se dan por buenos ningunos de los dos”.
Los ojos de Alejandro brillan mientras nos cuenta los varios tipos de ataque: “Lo mas tradicional es esperar el ataque, batir y chocar el arma con tu arma y salir a atacar de vuelta. La otra persona lo que tiene que hacer es tratar de detener ese ataque y una vez que lo detiene volver a atacar. Puede pasar que el otro atleta cuando ataca erra el golpe, y vos salis y lo tocas. Esa es otra forma de ataque. Ahora hay una forma muy buena, que están usando mucho los europeos, y se usa mucho en convencional. Cual es: se quedan los dos, sale uno rápido toca, y automáticamente como toco, saca la hoja del otro para que no lo toque, para que el golpe sea uno solo”.
La varita mágica
La historia de Alejandro con la esgrima empieza después del mundial de Francia al cual no fue: “Después fui tocado por una varita mágica, poder entrar a los juegos de Londres, con dos años de entrenamiento no estaba en condiciones técnicas para poder llegar. Físicamente si porque había entrenado mucho, pero técnicamente no estaba preparado porque no tenia mucha experiencia en lo internacional. Yo tenia: regional americano de Brasil, mundial de Catania, copa de mundo de Manchow en Alemania y la copa del mundo de Warsova, un mes antes de los juegos paralímpicos. A Londres entré con una wild card creo que se había lesionado un atleta. En ese momento el presidente del IWAS era Vasalo, un hombre de España, me felicitó y me dijo que esa oportunidad que se me daba era para difundir un poco más el deporte en Argentina, y para que Argentina sea más conocida internacionalmente. Alejandro se clasificó ultimo en las competencias, pero “yo fuí a sumar puntos y a vivir la experiencia. Florete era el arma que mas me faltaba, era mas fuerte en ese momento en espada, y en espada le he hecho muy buenos asaltos a muy buenos atletas, he perdido as veces 5 a 4, 5 a 3, 5 a 2, 5 a 1. La dirigencia y mi técnico terminaron muy contentos por lo dado”.
Y no solo en términos deportivos: “porque tuve relaciones buenas con muchos atletas, a pesar que yo idiomas cero, soy malo en ingles, en ruso y alemán ni te cuento, pero me hice amigos, tengo un muy buen amigo ruso, no sabemos en que idioma hablamos, pero nos abrazamos y tenemos mutuo respeto. Es un buen clima que se vive en las competencias, se respeta, se cuida, se hay un golpe mal hecho se para el arma y se pide disculpa. Hay rivalidad pero…sin mala intención. Me ha pasado con un chico de Francia con un golpe que se chama coupè me parece, es un golpe que te levanta y te hacen una defensa en segunda, o sea de Ponta punta(?) para abajo y te tiran un golpe a la espalda (florete). Me ha tirado 3 veces ese golpe y me ha golpeado 3 veces en la cabeza. Y el muchacho me decía: perdón, y yo: no esta bien, golpe fallado, pasa, no fue mala intención. Después iba con hielo en la cabeza…claro!”
En general, dice Alejandro, los esgrimistas adaptados argentinos tienen una muy buena reputación a nivel internacional: Hemos representado al país en muchas competencias, y aunque hemos tenido pocos triunfos a nivel internacional, porque estamos dando pasos muy chiquitos, estamos conociendo al deporte gota por gota. Con los italianos también tenemos muy buena relación, y con los ingleses también. Cuando fuimos a Londres todos nos decían: no se van a pelear, no se van a pelear, por la maldita guerra de 1982”. La guerra a que se refiere es la que promovió, en plena dictadura, el Presidente y General Leopoldo Galtieri, por la posesión de las Islas Malvinas, Falkland para los ingleses. “En realidad nos han tratado espectacular, me acuerdo que una vez habíamos terminado una competencia y fuimos a tomar una…”
Rumbo a Rio
Ahora Alejandro trabaja para llegar a los Paraolimpicos de Río 2016: “La verdad? No me gustaría perdérmelo, después de haber vivido 24 días en la villa olímpica de Londres, compartiendo con diferentes atletas, y diferentes actividades y culturas, quería participar también en 2016, no?”.
Actualmente Alejandro es el numero 16 en el ranking mundial de florete y el 22 en la de espada. Esta lesionado ahora, así que va regresar a entrenar en enero, pero proyecta de participar al Regional Americano, en mayo en San Paulo, que garantiza las ultimas plazas para los Juegos Paraolimpicos. Mientras tanto trabaja en una pizzería en los fines de semana y en el Congreso: “trabajo allá hace poquito, mas o menos 4 meses. Fui a dar una charla sobre esgrima, le pedí trabajo y me lo dieron al toque. Trabajo en la administración de personal. Me adoran, soy la única persona con discapacidad en el sector mío. Cuando se termina el traspaso de un presidente al otro me gustaría hablar con alguien del gobierno, por ejemplo con la misma Vicepresidenta, la señora Micetti, que esta en silla de ruedas sobre mi idea, que quiero convertir en proyecto”.
El proyecto de Alejandro es lo de criar, en un hospital publico por cada municipio, un box con una oficina de la secretaria de deporte para personas con discapacidad: “una persona con discapacidad ya tendría trabajo, en ese box, y ahí llegaría una persona: yo soy discapacitado, que puedo hacer? A ver, que lesión tenes, bueno, vos podes hacer ese deporte y eso y eso. Es generar deporte para las personas que salen del hospital. Yo no conocía la esgrima, yo la conocí por casualidad, porque hubo alguien quien me ayudo y me orientó”.
“En Argentina la esgrima ha crecido mucho, económicamente gracias al Enard y a la secretaria de deporte que ayudaron. Tenemos atletas de diferentes edades, de 22 a 44. La idea es entrenar, conocer e ir mejorando. Hay dos chicas también, que Internacionalmente están muy bien, por ser el primer torneo que han salido ese año, han dejado un muy buen impacto. Pero les falta entrenamiento”. Como siempre un tema es lo del transporte: “Yo tengo la suerte que vivo cerca de buenos aires, y acá generalmente los colectivos son adaptados. Yo uso una línea sola. Yo voy al trabajo con una línea y cuando salgo de trabajar a dos cuadras tomo otra línea que me deja a 5 cuadras. Si no tengo la chance de tomarme un colectivo me voy remando, me voy remando para llegar ya con los músculos calientes”. Pero no siempre es tan fácil: “ahora el tema tren lo han mejorado mucho, han hecho estaciones y líneas adaptadas, pero al transporte del conurbano de la provincia de Buenos Aires le falta, le falta bastante. La gente muchas veces me sube al tren, esta buenísimo que quieran ayudar, pero no esta bueno, porque ya no sabes lo que es estar en la silla de ruedas, no sabes que te puede llegar a pasar. Entonces te levantan y te pueden levantar mal, y te puedes caer, lesionarte etc. Lo mejor es un colectivo que tenga una buena plataforma. Estamos cresciendo, pero falta. Es importante que la gente proponga”. Los mismos discapacitados, concluye, porque: “Una persona que sufre a los 26 años el cambio de vida que pasara a mi te afecta psicológicamente). La responsabilidad de los demás es no dejar pensar a esa persona. Es importante que las personas que rodean a esa persona digan: no, no lo voy a dejar en la cama porque quedo en silla de ruedas, no flaco levántate, vamos dar una vuelta a la plaza, vamos dar una vuelta al bar. No dejarlo pensar en su discapacidad es muy importante. Lo psicológico juega muy en contra, lo lleva a estar tirado en la calle, los vicios llegan enseguida, el alcohol, la droga, y muchos chicos terminan suicidándose. Es importante que estas personas no se sientan excluidas”.