Cómo siempre al principio de la historia, cuando todo empieza parece un día cualquiera.
Estaba al Club y justo había terminado de montar. Cuando bajo del caballo se me acercan un chico y una chica con lentes de sol.
- Tomamos algo – me dicen.
Y empezamos a charlar de esto y aquello. Le gustaría que le diera lecciones y yo:
- Por supuesto, con mucho gusto.
Era mi trabajo, lo de enseñar a las personas a montar a caballo. Pasan los minutos y definimos los detalles, las horas, los días, el modo, lo de siempre. Hasta que el chico y la chica se quitan, casi al mismo tiempo, las lentes de sol.
- Hay una cuestión – dicen – somos ciegos.
Tomo un respiro profundo y en uno, dos, tres segundos, me pongo mi cara de “esta todo bien, no pasa absolutamente nada”. En realidad me quedo ai, sin saber que decir y como. Trato de decirle, con calma, que no tengo absolutamente ninguna idea de cómo trabajar con ellos. El tema es que ellos insisten:
- Por favor, no decirnos que no. Ya mucha gente nos ha vuelto las espaldas…
- Pero yo no tengo un caballo entrenado disponible – tenté otra manera de salir.
- No hay problema, el caballo lo tenemos nosotros !
No hay problema? Hay un problema más en realidad. Él, Alberto Bravo, es alto y ella, Ana Bravo, es chiquita. Cómo harán a montar el mismo caballo?
Ya no es más un día cualquiera, aquel día del 1987 en lo que estaba charlando con los dos hermanos con las gafas de sol. Para Lilian Iannone aquel día es el día de inicio de su vida en la Equitación Paralímpica Argentina.
Y de hecho también la fecha de inicio de la Equitación Paralímpica Argentina.
Al final logramos un acuerdo: una prueba de un mes, que iba a ser estructurada como si fuera un intercambio. Ana y Alberto me habrían dicho que exigencias tenían, así que yo pudiera aprender “en el campo” cómo trabajar con ellos, y le iba a dar todas las información técnica que necesitaban. Si después un mese el intercambio no habría funcionado, un apretón de mano y cada uno por cu camino.
Tres años después, el 1990, Ana, Alberto y Lilian volan a Westerbok, en Holanda, para participar a sus primer torneo.
Fue una experiencia increíble, maravillosa. Eran otros tiempos, y fue como estar en una gran familia. Sí, se competía, sino también se compartía mucho fuera de las competiciónes. Flotaba el alma de ese deporte. Tengo la sensación, en verdad muy triste, que el alma, hoy, un poco se perdió.
Cómo momento crucial Lilian individua el pasaje de la Equitación Paralímpica de la IPC a la Federación de los Deportes Ecuestres, con la siguiente creación de la Federación Internacional de Equitación Paralímpica, pasaje que ocurrió entre el 2006 y el 2007.
Claro, se ganó mucho en calidad, tanto en lo que se refiere a los caballos, que los lugares de competición, las estructuras, los recursos ecc… pero sigo piensando a lo que sentiba en aquel momento. Cuando se anunció el pasaje a la Federación, todo el mundo, a partir de Slot Ionquil, inglés, la que a nivel mundial empezó el movimiento de equitación paralímpica, exultó, y yo dije “que lastima!”. Y más de una persona en esa ocasión me miraba con incredulidad y me dijo: “pero como que lástima?”. Pero todavía estoy convencida de aquel “que lástima”, porque creo que fue allá donde se perdió el alma…Más adelante eso fue claro: muchos de los que haceron nacer la disciplina fuernon puestos aparte, a empezar de la misma Ionquil Solt, y muchos más.
También Lilian se siente un poco puesta aparte, siente también lo que es segùn ella, el handicap del grupo argentino:
no tenemos estructura, no tenemos recursos, y sobretodo no tenemos caballos. Compitimos alquilandolos, y eso nos hace mucho daňo. En las reuniones internacionales me siento disminuida, como si no tuviera dercho de star allá, porque los otros delegados mientras hablo me miran cómo para decir: “Dale, que tenemos cosas más importantes de las que hablar!”. Y además nos faltan jinetes, no hay reemplazo de jinetes. Para mi el problema mayor es que de la escuela de equinoterapia no hacen salir jinete, se limitan a las actividades terapeutica, que bueno está bien, pero puede ser que entra los usuarios no hay ni uno que tenga potencialidad y quiera volver a ser jinete?
La verdad es que un jinete calificado para lo Juegos Paralímpicos, en el equipo de Lilian hay. Se llama Patricio y se clasificó por un punto, por un pelo en pocas palabras.
Es in jinete muy bueno, pero no tiene un ben caballo en Argentina. Monta un caballo bueno cuando viaja. En fin, como siempre está en desventaja.
Corre para Rio con Historias Paraolimpicas!
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