de Veronica Raimondo e Diana Pintus
Traduccion de Raffaella Nucci
“Si estan más personas que participan al entrenamiento es mejor porque hacen de puntos acústicos, mejor puntos que hacen de guía, que indican cuando estás cerca del arco rival, que te dicen cuando estás corriendo en la dirección correcta, todo esto te permite no salir afuera del campo y no correr el riesgo de chocar contra un palo o la red”.
Nada de más lindo
Así dijo Fabrizio D’Alessandro, 44 años, vicepresidente de ASD Liguria Fútbol Ciegos. El sueño de Fabrizio, que juega al fútbol desde 1985, es lo de poder disfrutar, saborear, experimentar la emoción y la experiencia de los Juegos Olímpicos antes de parar de hacer deporte. “Para un atleta como yo, llegar a los Juegos Paralímpicos, representa el vértice, el pináculo en el ámbito de los deportes. Este año lamentablemente, como nacional ciegos de fútbol, no logramos calificarnos a los Juegos Paralímpicos de Rio 2016 y personalmente no sé si lograré llegar allá con el fútbol. Este año quasi pensé llegar a Rio 2016 con la carrera, si, porque muchas veces voy a correr para entrenarme y mantenerme en forma. Habitualmente voy a correr en el carril bici de Sanremo y me pasó así, hablando con un amigo que me entrena, de evaluar la posibilidad de correr en una carrera competitiva, tratando de alcanzar y obtener tiempos y resultados significativos útiles para clasificarme a los Juegos Paralímpicos. Lamentablemente este chico, para compromisos laborales, tuvo que suspender el entrenamiento pero confío que un día, si el destino deseará satisfacerme, me encontraré a vivir la emoción de los Juegos Paralímpicos. Aquellos que lo hicieron, dicen que es algo realmente emocionante. La apertura, encontrarse entre las personas … Es algo muy emocionante también, demasiado bueno “.
“El deporte en si es emocionante y que hay más emocionante que vivir un evento donde el público incha para ti, te apoya, te empuja moralmente? No hay, creo, nada más hermoso “.
“Es muy lindo- sigue Fabrizio – que al final, con pequeños cuidados, también nosotros que lamentablemente tenemos el problema que no podemos veer la pelota, igual podemos jugar, esa es una auténtica y verdadera forma de integración”. Además de ser importante desde un punto de vista relacional: “el deporte crea relación, hay que compartir con personas que tienen diferentes caracteres, te ayuda a comprender los demás, a intender como sos hecho, a relacionarte de manera adecuada. Hacer deporte es también una forma de abertura a los demás porque en este caso, para nosotros jugar al fútbol significa tener la nesecidad de personas que ven, porque por muchas razones, cuando tenemos que movernos, necesitamos acompañadores que nos puedan suportar bajo muchos puntos de vista, entonces una forma de abertura y de contacto con los demás, que no es poca cosa”.
La meta
El camino de Fabrizio y ASD Liguria fútbol ciegos empieza en Roma, en el 1985.
“Estaba allá por razones de estudio, vivía en una istitución para ciegos y empezé así a dar los primeros saques a la pelota, jugando con amigos, despué la escuela, para divertirnos. En el mismo año conocí unos chicos de Roma que fundaron un equipo para ciegos”, llendo así a enriquecer el panorama general de los equipos italianos para ciegos, que en aquel momento eran tres: Bari, Lecce y Roma, recien nacida. “Empezamos a jugar los primeros torneos, los primeros encuentros, las primeras partidas, con una reglamentación oficial que luego, vez por vez, fue desarollado, mejorado y integrado”.
Hasta llegar a metas importantes y significativas, una carrera que cuenta de 310 goles, cinco Campeonatos de Europa jugados com la remera de la nacional, tres lesiones y la transición de la defensa a la ofensiva: “nací defensor que, en teoría, tenía que impedir el gol a los adversarios, luego siendo un caballo loco, me gustaba correr y de repente el destino quise que intentaría jugar delantero. Hice listo cuatro goles contra Ingletera en un torneo en Rovigo y empezó a gustarme. Siempre cuando se hace deporte hay metas, mi meta era hacer gol, estaba más cómodo jugando como delantero y todo eso me dió más conciencia, seguridad interior sobre mi capacidad y potencialidad. En muchos años de futbol trabajé a la correción aptitudinal, traté ser más atento, corregí mi técnica, digamos que juego de una manera más ponderada tal vez con la pelota a la izquierda pateo con el pie izquierdo, en vez antes pateaba de manera totalmente imprevisible, espontánea y sin técnica.
Aunque no hubiera técnica esta imprevisibilidad del pie me permitia hacer muchos goles en vez ahora que tengo una técnica más considerada y menos “imperfecta” hago pocos goles, que significa? No se, creo que todotodo lo que hago sea un tarbajo para cracer y pienso que esta mi fase de crecimiento y esto perfeccionamiento en la técnica con el tiempo dará sus frutos”.
De la exclusión al campo de juego
Para Fabrizio el fútbol es sobre todo integración. Cuenta: “ Yo lamentablemente tuve una experiencia de exclusión de la educación física. Asistia a la escuela pimaria y fue exonerado de la educación física, no me dejaban hacerla, según ellos yo no podía hacerla, mientras hoy pienso que fue un grave error, puede ser que no podía correr con otros nenes porque capaz ellos no estaban preparados, pero la gimnasia hubiera sido capaz de hacerla muy bien y habría desarrollado algunas capacidades, incluso solo dinámicas. Por suerte en Roma, donde viví durante cuatro años, desarrollé mis habilidades motoras y también relacionales. Hoy hay muchos ciegos con graves problemas, sobre todo a nivel de habilidades motoras, caminan mal, le resulta difícil abrirse a los demás, fueron dejados allí en el aula, hicieron poco movimiento. Por eso es importante hoy dar la posibilidad y la oportunidad a todos de hacer deporte. Son las pequeñas pero grandes cosas que sirven para integrarnos de manera definitiva”.
Para Fabrizio, pero, se necesita alimentar el conocimiento sobre el deporte para personas con discapacidad, que sigue siendo escaso, aunque el tema empieza a tener alguna cobertura de los medios: “poco se sabe, todavía, de la capacidad de las personas con discapacidad visual o con otras discapacidades”. Por eso se necesita compartir y contar su propria experiencia, que pueda servir a las experiencias de los demás. “Cuando me me mudé a Sanremo, quería seguir jugando al fútbol y cada vez tenía que mudarme, salir de Sanremo para ir a Roma, Napoli, Lecce, donde organizaban los torneos y salir cada vez para mi representaba un viaje en todos los sentidos. En el 1993 en Liguria no había nada para el deporte para personas con discapacidades, si siquiera para ciegos. En aquella temporada pensé llamar la “UISP”: Union Italiana Deporte Para Todos, una federación deportiva de nivel amateur presente en Liguria y en la provincia de Imperia. Tomé contactos con Giancarlo Di Malta que era el referente de UISP, propuse a él mi idea de crear un equipo de fútbol para ciegos. En aquella temporada no era tan facil encontrar financiamentos, por eso al principio lo hablamos sin hacer nada, luego en el 1994, también a través la colaboración de Mario Robaldo, que era parte en aquel momento de la Caritas de Sanremo, unimos las fuerzas tratando de hacer este torneo. En el 1995 finalmente logramos hacerlo en San Remo y encontramos entra los esponsor El Casinò. Fue hermoso, vino muchas gente y fue esto el primer enfoque del deporte para ciegos en Liguria. De allá adelante, sobre la ola de eso buen resultado, organizamos en el 1996 la Copa de Italia en Ventimiglia, unendo las fuerzas entre la UISP, la Cruz Roja de Ventimiglia y la Unión Italiana Ciegos de Imperia. En el 1997, sobre la ola del movimiento que empezaba a nacer, buscamos crear un equipo con Giancarlo, yo me puse a buscar jugadores, basamos el equipo y hicimos un torneo y luego otros más y mientras tanto, el equipo nació. Yo creí firmemente en eso, Giancarlo aún más y de allá participamos a muchos torneos tanto fuera que en Italia, ganamos títulos de liga, tres Copas de Italia. Movemos las fuerzas, logramos traer por primera vez el fútbol para ciegos en Liguria”.
Hacia hoy. Y más somos mejor es.